La llegada del Adviento se asocia a una serie de olores y sabores muy característicos: el jenjibre, la canela, el limón, la naranja, el clavo o el cardamomo dominan los postres en forma de pasteles, panes variados o galletas. La mayoría de estos productos puedes degustarlos en los mercadillos de Navidad como el de Núremberg, uno de los más populares de Alemania.
Es en esta ciudad al norte de Baviera donde encontramos el origen de uno de los productos más típicos de la Navidad alemana: las Nürnberger Lebkuchen, un pan de jengibre en forma de galletas blandas que puedes encontrar por todo el país en estas fechas. Desde el año 1996, Nürnberger Lebkuchen es una denominación de origen protegida.
Son muchos los países que cuentan con panes de jengibre en su recetario tradicional puesto que por el uso de finas especias, miel y muchas nueces, se los consideró comida sagrada. En el caso de Núremberg, el origen se remonta a los frailes de Franconia que elaboraban los pasteles dulces ya en el siglo XIV aunque hay otra historia más local.
Núremberg, la ciudad del pan de jengibre
Núremberg es la ciudad del pan de jengibre. Y allí ninguna otra empresa ha moldeado tanto la reputación de la famosa especialidad como Lebkuchen-Schmidt. Desde hace 90 años, esta marca produce todo tipo de productos basados en pan de jengibre con nueces o chocolate.
La historia de la empresa empieza en 1927 cuando el fundador de Lebkuchen-Schmidt E. Otto Schmidt iba a vender un camión lleno de pan de jengibre que su hermano había recibido como pago de un cliente y decidió convertirlos en productos individuales. Nace así la primera empresa de pedidos por correo de pan de jengibre del mundo y las famosas Nürnberger Lebkuchen.
Fue tal el éxito, que él mismo comenzó a producir pan de jengibre en una pequeña panadería de Núremberg. Actualmente la empresa cuenta con más de 800 empleados y mantiene sus recetas ultrasecretas.
Si visitas Núremberg encontrarás productos Lebkuchen-Schmidt por toda la ciudad. La empresa cuenta con dos tiendas, una en el mercado principal y otra en Handwerkerhof, así como la gran fábrica en la sede de la empresa en Zollhausstraße.
Elisen Lebkuchen: jengibre para curar a una niña
Entre todos los productos Elisen Lebkuchen hay uno que destaca las “Elisen Lebkuchen”, la receta más clásica con miel, mazapán, azúcar, huevos y sin harina. Según la “leyenda” asociada a la marca el nombre proviene de la hija del fundador de la empresa, Elisabeth. Tras la muerte de su esposa, su hija enfermó y conocedor del valor de las especias orientales hizo un pan de jengibre muy especial sin harina para su Elisabeth que consiguió revitalizarla.
Desde entonces, el pan de jengibre de Núremberg “Elisen” de Fraunholz se hornea completamente sin harina y contiene en más del 40% almendras y nueces. Las Nürnberger Lebkuchen son toda una institución que debes pasar en una visita a los mercados de Núremberg y de Alemania en general.
Receta de las Nürnberger Lebkuchen
La sencillez de estas sabrosas galletas hacen posible que podamos intentar replicarlas en casa. Sigue a continuación esta receta de Neef Confiserie.
Ingredientes para 40 galletas de jengibre:
- 12 claras de huevo
- 700 g de azúcar
- 240 g de pasta de mazapán
- 120 g de cáscara de limón en cubitos
- 120 g de piel de naranja en cubitos
- 300 g de avellanas tostadas y ralladas gruesas
- 300 g de almendras finamente ralladas
- 180 g de harina
- 30 g de especias para pan de jengibre
- 15 g de sal de cuerno de ciervo
Para el glaseado:
- 150 g de azúcar glass
- aprox.110 g de cobertura líquida oscura
- Como prueba:
- almendras partidas por la mitad
- rodajas de limón confitada
- 40 obleas (10 cm de diámetro)
Preparación:
Asa las avellanas en una bandeja para hornear y frota la cáscara. Bate las claras de huevo y el azúcar hasta que estén firmes y pon todos los ingredientes restantes en un bol. Trabaja la masa hasta que quede suave mientras agregas lentamente la clara de huevo batida y sigue trabajando la masa con energía.
Pesa 60 g de la mezcla para crear las obleas y colócalas en una base redonda del mismo tamaño. Extiende la mezcla con el cuchillo hacia el borde, aplanándola y cubre la mitad de las galletas de jengibre con con 3, 4 o 5 almendras cortadas por la mitad y un trocito de rodaja de limón confitado en el medio.
Continuación:
Deja secar la masa durante la noche. Al día siguiente mételas al horno precalentado a 190º durante 12-13 minutos. Una vez horneadas es el momento de cubrirlas con el glaseado mientras aún están calientes. Mezcla el azúcar en polvo con agua y unta finamente el pan de jengibre con un pincel.
El calor del pan de jengibre hace que el azúcar se convierta en un caramelo y se seque bien en solo unos minutos.