Laponia se ha posicionado un destino popular de invierno por dos motivos: las auroras boreales y Papá Noel. Las primeras son difíciles de ver en invierno porque requieren cielos muy despejados y actividad solar, que suele tener mayor intensidad en octubre-noviembre y febrero-marzo. En cuanto a Papá Noel o Joulupukki tal y como se le conoce en Laponia, Rovaniemi se han convertido en la ciudad lapona por excelencia gracias a Santa Claus Village, una especie de “Casa de Papá Noel” aunque no es la única opción para verlo.
A finales de 2019 me pasó algo increíble: me tocó un viaje a Laponia. Fui a la inauguración de una tienda de la agencia Catai donde se sorteaba y salió mi nombre salió ganador. Fue mi último gran viaje antes de la pandemia así que lo recuerdo como un gran regalo.
Te cuento a continuación más detalles sobre mi experiencia en Salla y sobre Rovaniemi. ¡Sigue leyendo!
Visita a la casa de Papá Noel en Laponia (y en mitad de un bosque)
Además de disfrutar de los paisajes de invierno, conducir una moto de nieve y probar la gastronomía de invierno, una de las actividades que más ilusión me hizo fue la visita a la casa de Papa Noel en Laponia. Fue en los alrededores de Salla, un pueblo con varios resorts de invierno y que usa como nombre comercial el eslogan “In the middle of snowhere”, un juego de palabras que hace referencia a la cierto aislamiento con mucha nieve. La zona no estaba tan aislada al final y los días allí fueron muy entretenidos.
En este viaje organizado de Catai la visita a Papá Noel en Laponia se realizaba en unas condiciones que a mi particularmente me gustaron mucho. Lejos de cierta artificialidad y turismo masivo que puedes encontrar en Rovaniemi lo fuimos a ver en su cabaña del bosque a primera hora de la tarde antes de que anocheciera por completo.
Para llegar lo hicimos a bordo de una moto de nieve. La cabaña en cuestión estaba situada a las afueras del resort de Salla en el que nos alojamos. Estaba algo iluminada con leds en la puerta y también en algunos árboles así que aunque no tuvieras 7 años ya antes de entrar empezabas a sentir cierta ilusión y magia por verlo.
Para hacer tiempo estuvimos haciendo algunas actividades a las afueras como entrar en un pequeño iglú que se había construido aunque lo que más triunfó fue la hoguera para calentarnos las manos. Como era un viaje muy familiar, cada grupo de familias iba entrando por turnos a la cabaña para una experiencia más personalizada y en petit comité, algo que me gustó muchísimo. No tenías que compartir ese momento con desconocidos: estabas tú y tu familia con Santa Claus, lo que me pareció muy respetuoso.
Joulupukki, la versión finlandesa
Antes de que sepas qué es lo que estuve hablando con Papá Noel o Santa Claus te explicaré que éste no es el nombre que se usa en Laponia para referirse a él. Allí la tradición lo llama Joulupukki, que significa literalmente “Cabra de Navidad“, en referencia a la imagen de la cabra como símbolo navideño en los países escandinavos. En este punto es posible que te esté preguntando, “perdona, ¿una cabra? ?”.
Nuuttipukki es la palabra finesa con la que se designa la larga tradición de hombres vestidos con pieles de animales y máscaras con cuernos de cabra que solían salir y recorrer casa por casa asustando a la gente en busca de las sobras de la comida navideña. Un origen un poco extraño para esta tradición, pero que se popularizó.
De hecho, Joulupukki se viste y se comporta de manera muy similar a la versión más comercial, pero en lugar de entrar a hurtadillas durante la noche a través de la chimenea, la tradición en Finlandia es que entre por la puerta principal y pregunte “Onkos täällä kilttejä lapsia?” (¿Hay aquí niños que hayan sido buenos?), a lo que los niños responden “¡Siiii!”.
Hablando con Joulupukki
En la cabaña del bosque no fue Joulupukki quién entró si no mi amiga y yo. Hablaba perfecto inglés y era tal y como lo esperábamos: tenía una densa barba larga y vestía el traje tradicional. Estaba sentado en una butaca y nos ofreció hacernos un retrato junto a él. La decoración de la casa tenía elementos tradicionales de la Navidad en Laponia y por supuesto junto a él no faltaba un peluche de la cabra de Navidad que trae los regalos.
Por cierto, también tuvimos uno: un pequeño reno también de peluche.
¿Recomiendas la experiencia?
Si buscas este tipo de experiencia como te he dicho no es necesario que vayas a Rovaniemi, hay muchas agencias que organizan este tipo de excursiones y formatos más pequeños son igualmente interesantes. Al final lo importante es la magia y la mayoría de pequeños (y adultos) nos adaptamos a todo.