Una de las paradas más peculiares que puedes hacer en una ruta por Alsacia en Navidad es Gertwiller. Este pequeño pueblo cerca de Obernai es conocido en la región como la capital del pan de especias.
El pan de especias o pan de jengibre es uno de los sabores más típicos de la Navidad en Europa. De origen egipcio, este pan con sabor a canela y especiado con jengibre se suele consumir muy especialmente en época navideña. Lo habitual es encontrarlo en muchos formatos, ya sea como un simple pan blando, en las populares galletas en forma de corazón que se ven en tantos mercados navideños de Europa o en forma humanoide presentado como el popular Mannele de San Nicolás alsaciano.
El pan de especias se extendió en Europa durante el medievo gracias a su popularidad entre los monasterios alemanes y llegó también a Alsacia junto con la tradición de los mercados navideños. Hoy en Gertwiller puedes visitar dos lugares con mucha historia en donde el dulce aroma de este producto es el protagonista.
Gertwiller es un pequeño pueblo de tradición vinícola. Rodeado de viñedos, es un pueblo que en Navidad no celebra grandes mercados navideños. Si planeas hacer una ruta por Alsacia puede ser una visita curiosa de camino al popular mercado navideño de Obernai y cerca del coqueto pueblo de Barr, que también te recomiendo visitar en Navidad.
Si los coches paran en Gertwiller en Navidad (y en cualquier época del año) es para comprar pan de especias y galletas alsacianas en todos sus formatos en las dos tiendas centenarias reclamo en el pueblo: el Musée du Pain d’Épices y el Palais du Pain d’Épices, una boutique de la popular marca francesa Fortwenger.
Más que por ser un museo, lo reconocerás por su extravagante fachada verde adornada con formas de dulces y dibujos de cuentos infantiles que inevitablemente recuerda a la casa de Hansel y Gretel.
El parecido va más allá porque tal y como adivinarás dentro puedes comprar una variada selección de productos hechos con el popular pan de especias del fabricante Lips. En esta casa se preparan panes de jengibre desde hace dos siglos de forma artesanal según recetas celosamente guardadas.
Dentro además, puedes visitar también un pequeño museo dedicado al pan de jengibre y la vida rural de la zona. El museo exhibe en diferentes salas la colección de Michel Habsiger, un coleccionista de más 10.000 objetos relacionados con el pan de especias, donde también son los protagonistas los moldes antiguos, la cerámica, las herramientas de los oficios de antaño…
Se trata de una visita entrañable, no te esperes algo muy sofisticado pero ahí reside su encanto. Por cierto, te recomiendo que tengas muy en cuenta los horarios de apertura, ya que en Francia las tiendas y los museos suelen cerrar de 12:00 a 13:30 y en Gertwiller en particular no hay mucho más que ver y puede ser difícil encontrar un restaurante abierto a esas horas.
Si el Museo del Pan de Especias de Gertwiller puede parecer una fantasía, tampoco se queda atrás el Palais du Pain d’Épices. Situada a la entrada del pueblo y junto a un aparcamiento gratuito, esta tienda de la marca Fortwenger hace las delícias de mayores y niños/as.
En una casa tradicional alsaciana de entramados y con una fachada también muy Hansel y Gretel aquí el pan de jengibre o de especias está disponible en todas sus formas y sabores: receta tradicional, por supuesto, pero también galletas, bebidas, especias y dulces.
Un mannele gigante en la puerta de acceso en sin duda un muy buen reclamo para entrar y perderte por esta dulce fantasía. El mannele es el principal reclamo de esta tienda, que por San Nicolás, el día 6 de diciembre elabora brioches con su efigie. Según la tradición este santo es el encargado de repartir los regalos en las Navidad en Alsacia.
La marca Fortwenger también tiene su historia y elabora este dulce en Gertwiller desde hace más 200 años y dos generaciones de la familia Risch.
Dentro te recomiendo que, además los productos elaborados con pan de jengibre, también te fijes en las populares galletas Bredele, otro de los productos tradicionales de la Navidad en Alsacia. No son las únicas que venden, ya que también abundan los bretzels, otro de los símbolos de Alsacia.
Cuando visité esta tienda fue inevitable no salir cargada de Manneles y de varios packs de galletas. Y podía haber salido con muchas, ya que no hay marketing o packaging que se resista a esta marca de galletas, que tenía inclusos galletas dedicadas a Harry Potter
La entrada es gratuita y es un buen lugar para rodearte de fantasía navideña en forma de dulces de calidad.
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